lunes, 24 de agosto de 2009

ALEGATOS DE OREJA.

Miguel Ángel Avilés
avilesdivan@hotmail.com

Cuando las partes en un conflicto jurídico están en espera de una resolución, no se duermen en sus laureles y, antes de que esta llegue, cada una por su lado acude cuantas veces les sean posible o permitido con quien dictará la sentencia a fin de persuadirlo con sus argumentos y lograr que la causa le resulte favorable: a esto le han dado a llamar alegatos de oreja.
Estos alegatos de oreja seguramente fueron un recurso extra que utilizaron las partes de facto y las partes con interés jurídico que esperaban con ansias locas la resolución del Tribunal Estatal Electoral y de Transparencia Informativa del Estado de Sonora.
Los encargados de resolver esta o cualquier controversia, sin embargo, pueden atender a las partes en su oficina, escucharlos, brindarles un café, mirarlos a los ojos como si estuvieran muy interesados en lo que le están alegando, despedirlos con una palmadita empática en la espalda, pero el compromiso de la autoridad se restringe a atender sólo lo que está en el cuerpo del expediente.
EL TEETI, sin embargo, difícilmente se pudo haber evadido de esas influencias de las partes para resolver de la manera en que lo hizo. Por la capacidad de persuasión de aquellas o por iniciativa propia, el tribunal que preside el licenciado Miguel Ángel Bustamante no alcanzó la imparcialidad que dictan los principios fundamentales de la ley ni se sujetó nada más a las constancias procesales agregadas a la causa, sino que está excusa competencial, materializada en la citada resolución, estuvo precedida de una calculada reflexión a fin de no quedar mal ni con dios ni con el diablo y, saliéndose por la tangente, optó por declinar la competencia al TRIFE.
De esta forma, el licenciado Miguel Ángel Bustamante se evita el alto compromiso legal y ante todo político de opinar sobre el fondo del asunto y así los magistrados no se meten en un apuro ni arriesgan sus futuros personales con ninguno de los contendientes, sea con el Gobernador Eduardo Bours que aunque ya se va, habrá de guardarle hasta lo último entera devoción o sea con el Gobernador Electo , Guillermo Padrés con quien no hay que estar en descontento pues si termina por gobernar los próximos seis años como todo parece indicar, Bustamante sabe que más pronto que tarde le acabarían pasando la factura.
El sentido del fallo pues es de forma y no escudriñaron sobre la certeza o lo fundado o no que pudieran resultar los agravios formulados por el PRI y el resto de la Alianza así como por el Partido de la Revolución Democrático, mismos recursos que están acumulados en un mismo expediente.
De esta forma el TEETI se deslinda de la posibilidad de opinar sobre la inequidad y la ilegalidad del pasado proceso electoral el cual favoreció al candidato del Partido Acción Nacional, deja a salvo el capital político de sus magistrados para los años venideros, su presidente no arriesga esa “honorabilidad” que tantos dividendos laborales le ha dado y le endosa al TRIFE el encargo de dictar la última palabra en esto.
Antes que esto pasara, en las instalaciones del TEETI, en un subrepticio lugar o a través de una línea telefónica los alegatos de oreja estuvieron al por mayor y cada parte del proceso y cada interesado políticamente en esta contienda y en lo que ocurra próximamente en el Estado de Sonora, hicieron su luchita para que el arbitro los favoreciera con el sentido de su resolución.
Lo podrán negar, pero nos atrevemos a apostar que en este ejercicio de persuasión que se lleva a cabo a través de los alegatos de oreja, participaron en forma directa o indirecta , no sólo las partes que legítimamente tienen intereses jurídico en los recursos de quejas interpuestos que suelen hacer este tipo de alegatos, sino también las dirigencias nacionales de cada partido, las dirigencias estatales, sus propios abogados, los respectivos candidatos por sí o por interpósita persona, y desde luego el gobernador Eduardo Bours quien sin duda en esto se morirá en la raya con mayor apasionamiento incluso que el propio candidato, Alfonso Elias Serrano quien en tal disputa se oferta como el más agraviado pero curiosamente es el menos que aparece en escena, como si fuera un simple actor de reparto.
Por lo pronto pues, ese voluminoso expediente será remitido al TRIFE y mientras esta autoridad emite una resolución sea en el mismo sentido o de fondo, hasta ella llegarán de nuevo los interlocutores respectivos, con cara larga o con sonrisa amplia pero dispuestos a formular esos esperanzadores alegatos de oreja que al final de cuentas todo parece indicar que, en el caso que nos ocupa, y dejando a un lado las evidencias que arrojan las constancias procesales, son los que más están pesando.

No hay comentarios: