domingo, 24 de febrero de 2008

MI GRAN NEGOCIO

por Miguel Angel Avilés

Después de varias noches de reflexionar en el confort de este diván sobre mi futuro económico creo que ya tengo la respuesta de lo que puede ser un negocio redondo.

Todo el tiempo soñé con un giro que no tuviera que cerrarlo a la mitad del año por falta de ventas y para rematar me quedara colgado con una lista interminable de acreedores.

Pero creo que ha llegado la hora de prepararme para administrar mi riqueza. Se me ha metido la idea en la cabeza de incursionar en un negocio en materia electoral. Sí, leyeron bien: un negocio en materia electoral.

Si me tienen paciencia al rato les cuento todo lo que este establecimiento ofertará, pero mientras les diré que la firma tentativamente llevará por nombre: “Todo para Elecciones” “La Casa del grillo” “Voto´s y voto´s” “Election Boutique” o incluso alguna que ustedes llegaran a proponer.

Les confieso que estoy literalmente entusiasmado. No quiero cantar victoria pero creo que es un negocio que ni al FIDEICOMISO IMPULSOR se lo hubiera ocurrido (aunque todavía no estoy excento de un plagio, así es que, terminando esta columna, me iré corriendo a registrar mi idea).

No coman ansias, ahorita les cuento de qué se trata pero a diferencia de otros giros aquí tengo unos consumidores cautivos que rayan en la compulsión.

Por ejemplo, si me hubiera decidido por una paletería mi rango de ventas se limitaría al verano y el resto del año andaría pajareando para completar mi fastuoso tren de vida. Lo mismo ocurriría si salgo a vender champurro de banquetazo; es una bebida que no se antoja más que cuando el frío cala los huesos y en tiempo de calor se me quedaría la olla llena.

Por eso, después de darle tantas vueltas al asunto, de hacer estudios de factibilidad y de campo, sin temor a equivocarme el rubro electoral es el indicado: es una actividad que no cesa. Tan pronto acabó una elección cuando ya se andan destapando candidatos para la que sigue.

Así que esto funciona porque funciona, de que tiene futuro, tiene futuro claro, siempre y cuando ponga a andar mi imaginación a fin de que el establecimiento este bien surtido y no falte nada de lo que pueda ser útil en una faena electoral.

En una primera lista se me ocurre que necesariamente deberá haber en existencia mantas de todos los tamaños en blanco o rotuladas con leyendas tradicionales o al pedido del cliente: las tradicionales puede decir “Voten por mí” “Todos por Sonora” “Viva México, cabrones!” “Soy tu solución” “sin si, volverá a ganar el PRI” “Primero lo pobres” y consignas por el estilo.

Las especiales, es decir las ya pedidas por el cliente son mas específicas: “los ojos de Toño cuidarán el dinero de todos”voy por Sonora porque de aquí soy” “No a la tiranía de las minorías! “Padrés garantizará la educación…privada,” “Jálale conmigo y verás como te va.”

Habrá también las tradicionales: “¡¡Presos políticos, libertad!! ¡Policías huevones, por esos están panzones” “Vivos se los llevaron y vimos los queremos” “si que sí ya volvimos a salir!! ¡ “100% de aumento salarial o 4% bajo protesta!!” “Burs: ¿Por qué no me pelas y me tratas igual como lo asilla Manlio? atte. Petra Santos” “Che, Che, Che Guevara y el Gobierno a la Chingada.” Y así.

Así mismo habrá un estudio fotográfico donde el candidato o la candidata se tome su fotografía oficial de campaña: está puede ser de puro rostro, maquillado, con los labios pintados, con la ceja sacada, con labio húmedo, de cuerpo completo, solito o acompañado de doñitas que tendré listas para la ocasión.

Hay que pensar en todo, que no se escape nada: por ejemplo se me ocurre tener una pequeña flota de camiones que a su vez se puedan rentar vacíos o ya con los acarreados y lonche incluidos, según el presupuesto del cliente.

Ya me imagino al de logística del candidato, muy apresurado y en el mostrador de mi negocio:

- ¿tiene un camión para hoy en la tarde?

- Por supuesto que sí(aunque no lo tenga ya veré de donde lo saco, pero que el cliente no se me vaya)

- ¿Lo quiere vacío o ya con gente?

- Con gente por favor….

- Con torta o sin torta

- Con torta, por favor.

- Lo quiere con puros Campesinos? Con puras doñitas? Con puras jovencitas? Con viejitos o con obreros?

- Démelo surtidito…

Contaré también, tal como hay formatos en las papelerías, con discursos ya hechos acordé a la masa que irá dirigida: tendremos discursos para una colonia jodida donde se les prometa agua, luz, drenaje, cartón negro, legalización de terrenos en fin lo tradicional.

Por supuesto, también habrá formatos de discursos dirigidos a banqueros, a minorías sexuales, a ecologistas, a colegios de profesionistas, a Confederaciones obreras, a mujeres de ONGS, a deportistas, a minusválidos, a militares, a estudiantes, a líderes de colonos, a campesinos, a obreros, a trabajadoras de maquilas, a cultureros. Contaremos también con discursos estándar por si en pleno proceso electoral sale algún aniversario luctuoso de un héroe nacional o local. Serán muy generales para que el candidato no se haga bolas y nomás se le pondrá el nombre del que se quiera recordar en el evento.

Tendré también a la venta matracas, confeti , despensas austeras para la plebe y despensas de caché para las lideres de colonia; habrá además mamparas, engrudo para la pega de posters, banderitas con los colores de los partidos políticos, o blancas para cuando los partidos se la quieran dar de pacifistas, CD con la marcha de Zacatecas, con el himno Nacional, con la pollera colorada, con el hijo desobediente, con el Ausente, la Culebra y todo lo necesario para un mitin, adaptado, claro para el lugar que se vaya a llevar a cabo.

Ayyy, la verdad que la emoción no me deja continuar.

Ya me parece ver arremolinarse a los clientes:

- Si, dígame… ¿en que le podemos ayudar?

- Mmmm, me da tres mantas rotuladas, quiero que me monte una foto mía alrededor de mucha gente así igualito como aparece Luís Serrato Castell en los espectaculares de los cruceros como si fuera real, déme también un discurso para la colonia Palo Verde, otro para una reunión con ecologistas y un formato para solicitar un permiso para pintar una barda en la Colonia El Ranchito y quince bolsa de globos color azul.

-Claro que sí, joven, ¿gusta esperar?...o si quiere váyase a echar unos tacos y en una hora se los tenemos todo listo…

El cliente se irá sonriendo de oreja a oreja.

Se me ocurre incluso, ofertar y tener a la mano a dos o tres empleados buenos para imitar o para hacer doblajes de voz. Y es que un candidato no es nada mas figura y buen estilo. La primera impresión puede ser arrolladora pero en cuanto habré la boca para echarse un rollo, el encanto se viene abajo.

Pongo un ejemplo con mucho respeto: imagínese que el Gustavito de Unanue se destape y quiera un día arengar masas, la verdad, la verdad, con esa voz parecida a la de Titino, al contrario, los desanimaría. Pero que tal si él nomás mueve la boca y unos de mis trabajadores hace la voz de Emilio Tuero o de Claudio Brock, las masas quedarán boqueabiertas y con la baba hasta las rodillas.

Lo mismo puedo lograr con Isabel Dorado si se anima a contratarnos para velar por su imagen. El buen Chabelo es un muchacho entusiasta y de sólidas convicciones pero esto no le valdrá cuando este frente a sus seguidores y lo escuchen discursar como si estuvieran oyendo al legendario cómico Chilinsky aquel que hacia pareja con Manolín. Por eso creo puedo convencerlo para que se deje doblar la voz por uno de mis imitadores y le imposten la de Enrique Krauze o ya de perdida la del Charro Avitia, que peor es nada.

Tengo pensado poner a la venta también textos básicos de redacción o de oratoria, porque, Ayyy dios mío, si los protagonistas hacen un riguroso examen de autocrítica se les pondrá la cara como un crepúsculo, de pura vergüenza. Como no queriendo la cosa, -ya que cada quien sea su propio juez- pondré un stock de libros como pudiera ser al menos Defensa Apasionada del Idioma Español de Álex Grijelmo y Curso de Redacción de Martín Vivaldi.

Es que no es nada personal pero si usted ve a algunos exponentes de la clase política, nacional o local-ni siquiera veo diferencia- da la impresión que algún resentimiento tiene con el diccionario y no se diga con la oración porque se ensañan con tales cada vez que le dan el uso de la voz.

Si no me cree, nomás ponga atención- uno segundo, dos, tres, no importa, lo que aguante-cuando habla El Pano Salido (he aquí el mejor ejemplo que no todo es metrosexualidad), o el Diputado “Maloro” Acosta quien gusta de suplir su ausencia de vocabulario con raras gesticulaciones o Carlos Navarro Sugich quien no es precisamente un muchacho índigo pero eso sí: tiene una altísima autoestima, así es que no le importa deshilachar la sintaxis cada vez que declara.

En el terreno nacional un buen ejemplar al respecto es Chucho Ortega que además le da por escupir a su interlocutor cuando arremete contra el idioma; o el propio Héctor Larios que como habla escribe o como escribe habla pero en ambos casos el señor no tiene salvación por más barco que quiera ser uno cuando lo lee o lo escucha. O el Doctor Simi, que con esa dicción parece que se zampó una copiosa, una abundante dotación de lo que vende.

Y así irán saliendo mil y una ideas. Pero el primer paso de mi gran negocio ya está. Ahora bien: no crean que todo es miel sobre hojuelas ni les estoy poniendo en la palestra mis castillos en el aire nomás porque sí. Para cristalizar todo esto se requiere accionistas y accionistas fuertes porque vamos por todas, así es que el Diván, a partir de hoy, es todo oídos para escuchar, sin recato alguno, tentadoras ofertas.

Eso sí: desde ahora les aclaro que este negocio es serio y escrupulosamente legal. Con esto quiero decir que aquí no encontrarán urnas vacías ni retacadas, ni papeletas apócrifas ni machincuepas por el estilo. Por lo tanto les pido, les ruego por su bien que no me vengan a ofender con esas solicitudes ni pierdan su tiempo tratándome de convencer de que entre al juego de esas, hasta donde creo, anacrónicas mapacherías.

jueves, 21 de febrero de 2008

ESTE TEXTO NO TIENE NOMBRE PERO EMPIEZA POR EL PRINCIPIO COMO DICEN QUE DEBEN EMPEZAR TODAS LAS COSAS

por Miguel Angel Avilés

Para y por Myriam Dennis Ramos, en su IV

Aniversario luctuoso

“Por cinco pesos y una tarjeta telefónica, un hombre golpeó con un palo de escoba a su pareja provocándole una contusión en la nuca, en un domicilio de la invasión Laura Alicia Frías.”

“Dos maridos en estado de ebriedad en diferentes puntos de la ciudad golpearon a sus esposas en las últimas horas del jueves.”

“Marido celoso balea a esposa. Cegado por los celos golpea a su mujer y le pega un tiro en el abdomen. Esta muy grave.”

“Encuentran un cadáver. Lo restos de la víctima del sexo femenino tienen alrededor de un mes y ya presentan avanzado estado de descomposición.”

Los ejemplos anteriores- tomados al azar, así nomás estirando la vista hacia cualquier periódico viejo- pueden ser el retrato hablado de una realidad que desafía diariamente las buenas intenciones de la ley, mas bien dicho: las muchas leyes que aspiran detener la violencia de género que por si solas no detendrán este problema

Si empezamos por el principio como dicen que deben de empezar todas las cosas, diré tan sólo que el artículo 1 de la Ley de Prevención y Atención de la Violencia Intrafamiliar, “tiene por objeto establecer las bases y procedimientos para la Prevención y atención a la Violencia Intrafamiliar en el Estado de Sonora a efecto de erradicar esta práctica dentro de la familia.”

Esta ley pudiera ser suficiente y podemos considerar, sin lugar a dudas, que la misma es un acierto y que su aprobación constituyó un paso importante en la modernización conceptual de nuestra legislación aplicable.

Sin embargo, también podemos decir que es importante atender algunos factores que nublan la vigencia de esta y del resto que se han ido aprobando y aprobando y aprobando en relación a esta temática.

Esa LPAVI nació a partir del empuje tesonero de algunos organismos sociales que consideraban necesario legislar sobre esta materia.

Pero ese interés mostrado por dichos grupos, no resultaba ser el mismo que, en los hechos, mostraron algunos de los legisladores encargados de aprobarla y los órganos de procuración y administración de justicia corresponsables de aplicarla.

Hubo entonces un distanciamiento entre quienes querían que se aprobara esta ley (no todos especialistas en el terreno jurídico) y quienes, en el Congreso del Estado, decidieron aprobarla(algunos presionados por el empuje del tema, otros para no desentonar políticamente) y después aplicarla aunque no fuera muy consecuente ni se estuviera muy convencido de su necesidad),y quienes si estaban mas familiarizados con esa técnica jurídica, pero les hacia falta mucha información y capacitación sobre violencia intrafamiliar, género y toda esta variedad de tópicos.

Nadie realizó el trabajo poslegislativo serio ni monitorearon la efectividad de la ley permitiendo así que buena parte de un viejo esquema ministerial y judicial fuera el encargado de echar a andar esta novedad jurídica

Ha pasado el tiempo y creo-aunque mas me gustaría equivocarme- que el Estado y en especifico las autoridades responsables de su aplicación y las ONG´S que gravitan en torno a este fenómeno social se han conformado con aprobar una ley, otra y otra y otra sobre violencia intrafamiliar y hacia las mujeres prevaleciendo en algunos casos el lucimiento sobre la verdadera preocupación, limitando su participación hasta el día de su aprobación, su pomposo anuncio cual si en realidad fuera la panacea ante el problema y hecho esto, se distancian de su obligación poslegislativa y la prueba de efectividad pragmática de lo que con tanto júbilo aprobaron.

A pesar de los cursos de capacitación- me consta- que la PGJ que con acierto ha puesto en práctica en todo el Estado aún son contadas las agencias del Ministerio que adquieren el carácter de especializadas en delitos sexuales y violencia intrafamiliar y de conformidad con el artículo del artículo 15 de la ley, fuera de la capital las funciones especializadas serán asumidas provisionalmente por el Agente del Ministerio Público que corresponda.

Esto es riesgoso ya que es posible que en algunos lugares todavía se pueden encontrar con Agencias del ministerio público que operan bajo los mismo esquemas extralegales de antaño donde esto de la violencia intrafamiliar y hacia las mujeres le importa mucho menos que la simple llegada de su quincena.

En muchas si encontramos avances cualitativos como puede ser actualmente en una de las especializadas de Hermosillo, es decir la encabezada por la Licenciada Claudia Indira Contreras. En otras, me consta- se observa a un ministerio público o cualquier personal de la agencia con mucha indiferente, montado en la inercia, altivo, insensible, omnipotente, lento, avasallador, haciendo lo posible por ahuyentar a la víctima para que no denuncia , regido sólo por la reconfortante exclusividad de su poder.

También- aunque esto no sea en todos los casos- aparece un personal no siempre observado por el ministerio público que se caracteriza por su descortesía, su frialdad y la escasa privacidad en las diligencias; sus decisiones son unipersonales y precipitadas-ahí en el primer contacto con la víctima hacia cual por lo regular provocan el desaliento y estas prefieren ya no volver.

Incluso, a veces podemos ver como la recepcionista o el par de agentes judiciales que yacen en la puerta, interrogan a la víctima sobre los detalles del caso y lo hacen frente al resto de los usuarios ajenos a ese particular conflicto.

Esa misma persona puede, bajo su limitado criterio- decidir si el asunto que le plantea dicho usuario corresponde a la violencia intrafamiliar o tiene que irse a otras agencia, cuando tendría que ser el secretario de acuerdos o el ministerio público quien tomara esa decisión. También ocurre que algunas agencias del Ministerio Público anteponen el no, al inminente denunciante y se niegan a recibir la denuncia aludiendo incompetencia por razones de sector y sin mas la canalizan a la Agencia especializada aun cuando en ocasiones esta quede muy retirado del domicilio de la víctima quien de por sí ya cansado de la violencia recibida, se desalienta y opta de nuevo por abandonar la idea de denunciar, pasándose por alto dicho personal la circular del 26 de Febrero de 2004, suscrito por el entonces Procurador General de Justicia, Lic. Rubén Díaz Vega emitió una circular con el objeto de que las agencias investigadoras del Ministerio Público estén obligas a recibir y registrar todas las denuncias y querellas que se les presenten por la ciudadanía aun cuando por razón de territorio le corresponda conocer de los hechos a otra agencia de esa dependencia .

Por eso la capacitación sobre violencia intrafamiliar , estudio de género, violencia hacia las mujeres y demás, merece ir desde el Agente del Ministerio Público hasta el resto del personal, incluyendo desde luego a los agentes judiciales, quienes como auxiliares del propio MP, en no pocos casos anteponen su altivez, suman su violencia a la que de por sí ya sufre la denunciante, son subliminales defensores del generador de aquella e incluso- en un cortejo oportunista o de plano en un declarado acoso, me consta, llegan a convertirse en hostigadores sexuales de la víctima.

A parte de las facultades que tiene el MP para perseguir el delito o en su caso, de las correspondientes al juez de lo familiar si se trata de un asunto en esa materia, se requiere de un escrupuloso cuidado, seguimiento y respeto a las medidas cautelares o de protección que alternamente se deben de tomar en estos casos y no esperemos a que esta vuelva y vuelva a denunciar o ya no lo haga –tal como ha sucedido-porque el generador de violencia ya la privo de la vida, según se constata, por ejemplo, con los último casos de femenicidio.

Para ello se requiere un real seguimiento a cada caso y una verdadera coordinación de los niveles de gobierno, y que cuando menos la policía municipal cumpla con su obligación de llevar a cabo permanentemente lo ordenado por la autoridad ministerial o judicial.

Debe advertirse que al menos en el procedimiento penal es muy poco lo que se está haciendo tanto por la víctima en relación a una atención psicológica que le restaure su muy deteriorado estado emocional como por el generador de la violencia a fin de erradicar en él estas prácticas. Bastaría hacer un muestreo en cualquier juzgado para cerciorarnos que son muy escasos los expedientes donde aparece la intervención de algunas de las autoridades que cita la ley y corroborar lo que ahora digo.

Por eso y por muchas cosas mas es muy importante que todas, toditas las autoridades que señala tanto la Ley de Prevención y Atención de Violencia Intrafamiliar como el rosario de leyes que hay, se pongan de una vez por todas las pilas las pilas, dejen a un lado su exclusivo cuidado de su imagen institucional, aceiten su maquinaria y en ejercicio de sus bien definidas facultades le echen la mano al MP y a los jueces correspondientes(sea en la materia familiar, sea en la materia penal) pues en la práctica y en los juicios concretos que están acá en la vida terrenal, pareciera que ellos son los únicos responsables de hacer cumplir los objetivos de estas leyes, y erradicar o atenuar la práctica de la violencia dentro de la familia y hacia las mujeres..

En mucho ayudaría incentivar una campaña de información tanto de las leyes, y su contenido como de todas las autoridades encargadas de aplicarla: que hace y que esta haciendo cada una, donde se localizan, quien las atiende y como llegar a ellas y monitorear con rigor, con mucho rigor el trato que específicamente en las agencias de las ministerio público reciben las víctimas de este delito.

Es muy importante también-esto lo insistiré hasta el cansancio- que el Consejo Estatal, o sea el CEPAVI, se posicione ante la gente-no ante quienes siempre estamos en estos foros-, sino ante la gente y que esta sepa que existe y- en el mejor ánimo de la palabra- que aquel resulta útil y sirve de algo, pero sobre: que cuando a todos estos lugares se recurra, se de muestras de que si son funcionales y resuelven conflictos o atienden, con obligada eficiencia pública, una petición, a fin de que no se convirtieran en instituciones de ornato y de desconfianza ciudadana, como se han convertido tantas.

como lo decía al principio, por herramientas legales no quedamos: contamos con la Constitución General de la República, los códigos locales, desde luego la Ley de Prevención y atención de la Violencia Intrafamiliar , La ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y adolescentes del Estado de Sonora, la Ley de Atención y Protección a Víctimas del delito para el Estado de Sonora, Ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia para el Estado de Sonora la Ley de Ejecución se Sanciones Privativas y medidas Restrictivas de libertad, la Ley que crea el fondo para la Procuración de Justicia del Estado de Sonora, por citar algunas.

Puede que todas estas consideraciones sean un arrojo de mi parte, que aquí haya pintado otra realidad pero no la nuestra y que cada funcionario y cada actor involucrado en este tema este logrando inmejorables niveles de eficiencia. Si es así, hagan caso omiso a estas palabras como si no hubiera dicho nada, terminen por el final como dicen que deben de acabar todas las cosas y sólo concluyan esta lectura para salir a disfrutar de estas paradisíacas regiones que alguna vez, en mi paranoica imaginación, un gran sector de la población pero sobre todo las mujeres recibieron en su perjuicio altísimos niveles de violencia.

lunes, 18 de febrero de 2008

¿EL SUBA SUBE?

por Miguel Angel Avilés

Hay quien dicen que lo que no pasa por los medios de comunicación es que no ha sucedido o aún no tiene la categoría de noticia. Me da mucho flojera arremeter contra esa sesuda afirmación así que sólo diré que no estoy de acuerdo con ella. Ya si el autor, muy muy, levanta la mano, y, enardecido, pregunta ¿y porque no estás de acuerdo? pues entonces sí, el diván, acelerará en su acometida y con sendos argumentos sobre el tema dejará su teoría hecha añicos.
Mientras, y para que no me agarré descuidado ese posible debate me prepararé haciendo sombra con un ejemplo que contradice a esta mentada teoría.
El ejemplo es el famoso SUBA, un servicio público (que a estás alturas ya no se sabe en Sonora que servicio sigue siendo público o que servicio ya pasó como arte de magia al sector privado) que en meses pasados fue tan controvertido como ahora lo está siendo el parque de villa de seris.
El autor de esta columna es un irremediable peatón y si algún servicio conozco y lo sufro-disculpen, el tema me pone sentimental-es el servicio de transporte.
Desde que llegué a Hermosillo allá por 1984 y la primera pesera que agarré me aventó (no me bajó) hasta la fecha sigo haciendo uso de los camiones.
He sido testigo de agarrones de puertas a los usuarios, de caída de adultos de la tercera edad (en el 84 y hasta hace poco todavía les decíamos viejitos), de unidades destartaladas, de vidrios quebrados, de mentadas de madre mutuas entre algún Chofer y otros tantos pasajeros,de atropellados, de choques por la imprudencia del operador del camión: un joven quien apenas asoma la cabeza por encimita del volante, de aumento injusto de tarifas con la promesas de siempre de que modificarían las condiciones de los camiones y el comportamiento de corteses choferes y este era un gato con los pies de trapo y los zapatos al revés ¿quieres que te lo cuente otra vez?
Con este apotegma divanezco quiero decir que las calamidades principales que ofrece el servicio público del transporte lo bauticen como lo bauticen, en su esencia aún prevalecen y uno lo vive a diario, sólo que una vez vendida la idea de que con la imposición del SUBA todo sería confort y placidez , apaciguadas las aguas torrenciales que acarreó su desquiciada implementación hasta donde las patrullas tuvieron que ocuparse como peculiares autobuses, y diluida de la escena mediática el problema, mucha cree que todo ha vuelto a la calma y que ahora lo usuarios andamos locos de contentos en suntuosas unidades.
Para no recurrir a la lista de reclamos ya conocidos, conocidos y conocidos hasta la fatiga, voy a nombrar estos nomás que prevalecen llámese SUBA o como a Valdez Ruy Sánchez guste ponerle: retraso de ruta, prepotencia de los choferes- uniformados o no uniformados- unidades que todavía parecen vagones de la montaña rusa, cafres al volante del camión que pone el riesgo al pasaje y al tercer vehiculo contra quien a punto ha estado de estamparse, vuelteros o acompañantes del chofer que además de ir distrayendo al susodicho, van estorbando en la puerta de la unidad: exigencias altisonantes de las credencial a los adultos mayores y a los estudiantes, así vean a estos con uniforme, una mochila, cuadernos y todo distintivo que lo que uno menos supondrían es que son astronautas; no uso de la caja que esperaba controlara el cobro del dinero al pasajero, y algo muy importante porque esto ampararía el reclamo de un seguro de accidente o vida del pasajero: la no entrega de boletos al momentos que uno paga como ocurre en cualquier ciudad moderna, omisión que se ha denunciado hasta el cansancio pero el Director del Transporte y el de SIDUE sólo hacen como que la virgen les habla.
Dejo para lo último lo que sigue siendo una indisciplina de los choferes y cuya impunidad la dejan hacer y la dejan pasar las autoridades del transporte: el incumplimiento del horario sobre todo nocturno y sobre todo los fines de semana.
Ejemplifico: es un sábado, son apenas las 7:30 de la noche, es una bola de gente en cada parada de camiones sobre aquellas de la periferia esperando a que dios los favorezca aunque sean con una unidad repleta y cuyo chofer dice todavía con descaro: “hasta el Gallo nomás, eh…!!”, o “Ya no voy, ya no voy”, o….
El diván exhortaría a las autoridades del transporte para que tan siquiera hagan un estudio, un mínimo estudio de campo de esto que le estoy diciendo y vayan sigilosos a la gasolinera que esta frente al Tianguis para que vean como es que mucho antes de cumplir con su horario de trabajo, varios, un montón de choferes ya se salieron de ruta, y están diesel pero para el otro día, como en ese momento ya no piensan subir a nadie.
Sí tengo suerte y las autoridades del transporte quieren atender mi petición y estar este próximo sábado cazando incumplidos, esos que se arremolinan en la gasolinera, sólo les pido una cosa: se de su humildad pero por favor váyanse en su propio carro, ni de locos se les vaya ocurrir irse en camión porque les aseguro que para esa hora ya no van a encontrar ninguno…

jueves, 14 de febrero de 2008

Honorables

por Miguel Angel Avilés



“No, amigo, no estoy barriendo la calle, estoy
acariciando un pedazo de piel de mi Patria”
Víctor Cordero
Compositor mexicano

Yo no dudo de la honorabilidad de los políticos. Ninguna prueba o elemento alguno tengo para imputarle un hecho que merezca una investigación sobre su conducta. Bueno, hasta ahorita. Así es que si abriera la boca de más sólo para tupirle a un servidor público o una adversario partidista con el único afán de cargar a los medios tras de mi en busca de la nota, pues la verdad, la verdad no me resulta muy atractivo.
Pero lo que piense este columnista me temo que es una de la mil y tantas cosas que le importan muy poquito a los que si están dispuestos a posicionarse en los medios a como de lugar. Vaya el símil con el pugilismo, algunos prefieren el boxeo estilista, elegante digamos como lo hiciese en antaño el maestro Miguel Canto o en épocas mas recientes Ricardo “El Finito” López. Estos son cautos, estudiosos: sustentan, fundan cualquier declaración sobre lo que tenga que decir sobre un personaje o sobre una institución.
Pero otros prefieren fajarse desde el primer raund, como Rodolfo “El Gato” González” o el “Toluca” López, o el “Macetón” Cabrera o Daniel Zaragoza y se van a la cargada, engrandecidos por ensueños alentados desde su ego ramplón (la de estos políticos no las de los legendarios boxeadores) y por consiguiente quedan bañados en tinta y peor aún, terminan por bajar del ring con la derrota a cuestas o, a lo mucho, con una victoria pírrica.
Si uno ve el escenario político, y observa la rivalidades sutiles o bruscas al interior de un partido o de uno hacia otro partido casi pudiéremos asegurar que de esos púgiles de fina estampa , de zarpazo elegante y certero, quedan muy pocos o andan en recónditos lugares de la vida pública que se pierden en un bajo perfil y sus espacios los acaparan oportunistamente los envestidos de una honorabilidad cuyo actuar es tan auténtico tan grandilocuente que para el común de los mortales se vuelven verosímiles, o sea, no cierto, si no creíbles y es aquí donde está la trampa.
Sí, la trampa: el engaño, el tipo, la estafa, el fraude, el dolo, la fullería, la habilidad, puñalada trapera, el embeleco. Todo esto en suma es el oropel que la mayoría de los políticos actuales, aprovechándose de los vacíos que deja esa gente honesta que prefieren dedicarse día con día a otra tareas mas productivas y usan la envoltura salerosa para que veamos la cáscara y no el palo y así nos cadenciemos al tono del flautín y los sigamos en sus propósitos mezquinos y cicateros, si de los sus respectivos partidos políticos pero sobre todo de los intereses personales o de grupos que hay, llámenle sectas, tribus, camarillas, cuadrillas o salteadores de caminos en cada uno de estos institutos que en su retórica aspiran y se desviven en el universo de las bondades de la democracia, pero que en los hechos, en cada uno de ellos y en cada subgrupo o gobierno interior del respectivo partido de lo que inconteniblemente se han ido creando, impera la verticalidad de decisiones y la sumisión vergonzosa a las jerarquías que al fin de cuentan regentean cada una de las catervas que se amparan con la adarga de unas siglas.
Pero, repito: no dudo de la honorabilidad de los políticos. Ninguna prueba o elemento alguno tengo para imputarle un hecho que merezca una investigación sobre su conducta. Seria una insensatez, una ingratitud mejor dicho, de mi parte estar aquí desde el cómodo reclinar de este Diván, desalentando a los feligreses que aun están dispuestos a creer en la indulgencia revolucionaria que los tres principales partidos abonan a diario para que país derroche la fortuna y la riqueza que por lo pronto están en mano y para exclusivo beneficio de estos...

lunes, 11 de febrero de 2008

Visita conyugal

por Miguel Angel Avilés


Elsa baja del camión entre pisadas, mal olor y apretujones. Lo hace por atrás; la lámina retorcida y vieja se abre chillando y ella desengancha su floreada y amplia falda que prendía del alambre de la puerta. Dos bolsas de mandado en una mano y una cartera de huevos en la otra la obligan a apearse de ladito. Sale del ruletero despeinada. Una cristalina línea de sudor baja del pegajoso cuello hasta el medio de sus senos.

Humberto deposita el hueso del último aguacate en la bolsa de la basura. Lo come apresurado con la carne machaca y las tortillas, se toma una Coca Cola de bote y eructa. Levanta el plato y lo lava. Agarra la toalla, se desviste, recorre la cortina de la bañera y se escucha el agua cuando cae sobre su cuerpo; Está tan fría que lo hace gritar. Sale secándose el cabello. El espacio huele a Vanart.

Elsa camina de prisa. Descuidada, mete su pie en un charco. El guardia la saluda y comentan entre penas y risas el percance. Llega a la puerta; ahí en la cola, se encuentra a la Matilde. Platican. El vigilante les pide sus nombres, las busca en la lista, no las encuentra. Toma el interfón y habla a la sala de guardia. Revisa de nuevo la hoja, tacha otros nombre y corrige; las deja pasar. Las señoras, contentas, siguen su marcha. Los demás vigilantes, sentados con el arma en las piernas, disfrutan viendo el amplio trasero de Matilde. Las otras mujeres esperan su turno.

Humberto abre el velis y saca la pasta dental, la unta al cepillo y lava sus dientes. Enjuaga su boca y ve que su encía sangra. Repite la acción y deja el vaso embarrado de pasta en la mesa. Se hinca en el piso y busca sus botas vaqueras bajo su cama, les quita el polvo con una calceta. Le aprietan pero aún así se las pone. Peina su escaso cabello y tiende la toalla en la cama. Desabrocha el segundo botón de su camisa. Roba la Stefano a un compañero de celda y rocía un poco en su pecho.

Elsa está en la revisión. En el pequeño camellón cercano a la entrada todas se forman desordenadamente y platican, batallan con sus bolsas de mandado, ríen, sudan, güichean, intercambian miradas a su ropa.

Humberto brinca y alcanza la cuilta que está en la última cama de cemento, la enrolla y con una cuerda la amarra, dejándole una agarradera. Le sacude las aspas al abanico. Agarra las dos cosas y sale de la celda. En el pasillo ve a los demás jugando voleibol. Camina y saluda con un espaldarazo al delegado del pabellón.

Elsa deja las bolsas de mandado en el mostrador. La celadora revisa el contenido. Las vacía una por una. Las zanahorias y el kilo de fríjol hicieron el uno-dos para aplastar el pay de queso. El traste de plástico escurre la grase del guisado. Suelta un olor cuando lo revuelve. Las moscas se juntan en las manchas de soda que hay en el piso. Toda la mercancía es sacada del lugar donde venía para ser supervisada y queda desparramada en lo ancho del mostrador. La celadora intercambia unas palabras con Elsa. Llevan tres años viéndose las caras.

Humberto está en la jardinera, caminó apurado y no quiso entretenerse con la raza. Ahora está con los demás esperando a que lo llamen. Abajo, junto a sus pies, las aspas del abanico se mueven con el viento. En sus manos tiene un barco de madera recién pintado al que le da los últimos retoques.

Elsa se desviste. Esto aún no deja de apenarla. Guarda silencio y agacha la cabeza. Acomoda su falda en una mesa. Enrojece. El guante de este mismo color recorre sus lugares. Está tibia. Una piel oscura esconde sus motivos. El tiempo se le hace eterno.

Humberto escucha su nombre. Trastabillando agarra sus cosas, se echa la cuilta al hombro y toma con cada una de sus manos. Le piden su ubicación de celda: 1-27. Con los demás hacen lo mismo. El lugar se llena de sombreros, botas, olor a Palmolive y Stefano. Un vigilante los conduce hacia donde están esperando. En la reja se arremolinan las respectivas sugerencias del resto de los internos para el momento en que estén ahí con ellas.

Elsa ya está en el cuarto, pinta sus labios y alborota sin detalle su cabello. Endereza su falda y se quita los zapatos. Entumecida, estira y afloja los dedos de sus pies; mientras los soba, recorre con su vista el cuarto. La cama, siempre dura, la mesa, el lavamanos y el reducido cuarto de baño no le quitan mucho tiempo al hacerlo.

Humberto llega con Elsa, deja sus cosas donde puede y la abraza. Se sientan en la cama, se besan. Ella se levanta, le trae una de las bolsas de mandado y le enseña los restos de lo que era un pay de queso. Sueltan la carcajada. Él toma un pedazo y le pregunta quién lo hizo. La responsable era su tía Carmelita. Luego sacan el resto del mandado y deciden comer.

Elsa le cuenta a Humberto que Darío –uno de sus hijos- ya empezó a ir a la escuela. Dice su maestra que es cohibido y tímido pero inteligente; eso sí, no le gusta ponerse el uniforme.

Humberto parece que ni la escucha, sus ojos están puestos en la abertura de su blusa. Los senos firmes de Elsa se asoman por el escote como dos conejos que quisieran ser atrapados. Humberto lo hace. Los toma en sus manos y se quejan, piden, huyen y éste va por ellos. Atraviesa toda la geografía de su cuerpo. Se atrapan. La selva es llana y ahí se quedan, la recorren. Van juntos, viajan solos hacia donde no está la cama siempre dura, el lavamanos, la mesa, los tres años atrás, el pay de queso, la celadora, la lámina retorcida y vieja.

Humberto y Elsa rompen paredes y barrotes, corren de prisa. Lo hacen cada vez más rápido, tiemblan hasta que juntos de desvanecen, fatigados, en espera de que la lluvia los despierte.

domingo, 10 de febrero de 2008

CHULA FRONTERA

La sui géneris política criminal que puso en práctica el Ayuntamiento de Nogales Sonora que encabeza el alcalde Marco Antonio Martínez Dabdoub en contra de las personas que llegan a laborar a ese municipio profana el principio de legalidad.

No obstante esta vulgaridad jurídica, el munícipe elude su obligación constitución y como salvador de los buenos, pretexta un temor a que esta ciudad fronteriza se convierta en refugio de delincuentes y honrando tan extemporáneo preocupación, es él y quien lo siga en esta medida los que se convierten en presuntos responsables de una conducta que puede actualizar una responsabilidad penal o administrativa.

Casi al borde de la taquicardia, confiesa el registro o el fichaje que desde diciembre vienen haciendo a los trabajadores de algunas empresas para prevenir el crimen y justifica su panacea anteponiendo razones que en el fondo no únicamente suenan rudimentarias e inútiles sino además resultan discriminatorias.

“Sucede que quien comete un delito en el Estado de México o en Guerrero siente que al irse a Nogales se fue a la región extranjera, entonces mantenemos la prevención a nivel de registro de personas que van llegando a la ciudad.”

El ejemplo que pone este señor, llamémoslo el Rudolph Giuliani (a la mexicana) evidencia, en el fondo, su ignorancia, su selecto afán justiciero y desde luego su germánica visión racista y discriminatoria, según él, para atacar al crimen.

Primero da por un hecho que los potencialmente delincuentes no vienen de ninguna otra parte más que del sur del país. Segundo: que estos-y bajita la mano recurre a un mal chiste- creen estar en suelo norteamericano cuando apenas si están arribando a la frontera vía Nogales Sonora, y, tercero, anteponiendo esta acusación sin fundamento, hace mutis con respecto a dos delitos que, muchas de la veces muy juntitos, resultan ser mas preocupantes: el tráfico de personas y el narcotráfico.

Pero El Diván por enésima vez puede andar equivocado y por argüir razones constitucionales, ciego él, no ve los grandes beneficios que este censo de personas- dos mil hasta ahorita- trae consigo. Es el propio Martínez Dabdoub, en el papel de Mario Moreno “Cantinflas” quien nos las dice: “Las personas que se registren tienen la ventaja de que con eso tienen su identificación y forma de circular libremente por la ciudad sin que nadie los moleste (sic) y el Ayuntamiento de revisar en las bases nacionales sino tienen antecedentes” (recontrasic!!)

El Diván se desorbita, hace un esfuerzo y en su imaginario ve en la diestra de algunos de esos trabajadores ya plaqueados, una credencial recién enmicada que a letra puede decir: “La presente acredita a Fulano de tal como…” Y luego varias categorías de acuerdo a cada empadronado: PROBABLE DELINCUENTE, EXONERADO, CON ANTECEDENTES PENALES, LIBRE DE CULPA, SUREÑO DE BAJA PELIGROSIDAD, BORRACHO PARRANDERO Y JUGADOR, BEBEDOR PERO TRANQUILO y en fin, las que el lector guste imaginarse. Abajo vendría la fecha de vencimiento y la firma del propio Martínez Dabdoub.

Los alcances preventivos de la medida no paran ahí, pues el señor de apellido tan autóctono afirma “que se hace porque un alto porcentaje de robos domiciliarios y asaltos a personas y tiendas (sic)sobre todo los fines de semana, está asociado con personas que viven solas(…)y que por vivir solas se dedican a ingerir bebidas alcohólicas y enervantes y el domingo ya andan sin dinero y con ese anonimato lo mas atractivo es ir a romper un cristal o si en eso encuentran un arma para el siguiente robo la usan para el siguiente robo lo usan lo que es una situación altamente repetitiva.”

Este tesón del alcalde fronterizo- a quien pareciera que esos “viciosos” trabajadores le hubieran convidado un chirrín de lo que consumen antes de hacer estas memorables declaraciones- ha rendido frutos y ya tuvo su primera muestra de apoyo y justificación. ¿Le llegó una misiva de felicitaciones del Sistema Nacional de Seguridad Pública? ¿Fue el kuskusklan el que le envió el cumplido? ¿minute man aplaudió la puesta en práctica de este matriculado de sospechosos y hasta le pide asesoría?.

Ninguna de las opciones es correcta. El espaldarazo vino del Presidente de la Comisión de los Derechos Humanos de Sonora, Jorge Sainz Félix quien señaló que “ese registro no es violatorio de los derechos humanos porque la autoridad de Nogales no condiciona ningún servicio por este censo(…)simplemente es un censo como conocer cuantas personas viven , no encontramos ninguna violación a los derechos humanos.”

Tanto uno como el otro , digamos, no recuerdan que el artículo 1 de la Ley Fundamental del país- el cual ya cuenta con su ley reglamentaria- señala en su última parte que “queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el genero, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.”

Tampoco recuerdan-y hay que entenderlos pues sus actividades deben ser infinitas - que el artículo 16 de la misma carta magna advierte que “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad COMPETENTE, que FUNDE y MOTIVE la causa legal del procedimiento.”

Menos vendrá a su cabeza que, según la última parte del artículo 2 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Sonora “las autoridades sólo pueden obrar ejercitando facultades EXPRESAS DE LA LEY y los particulares pueden hacer todo lo que esta no les prohíba.”

Aquí radica el principio de legalidad contra el cual atenta Martínez Daubdoub y cualquier otra persona que, en su carácter de funcionario público, colabore en esta singular medida que bien puede hacer el uno-dos con las tomadas en Arizona.

Eso sí: que no olviden que el alcalde se sujetó al artículo 157 de la Constitución local y protestó guardar y hacer guardar la constitución de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitución del Estado, las leyes que de ellas emanen, y cumplir leal y patrióticamente el cargo de Presidente Municipal que el pueblo le confirió, comprometiéndose a mirar siempre por el bien y prosperidad de la Nación y del Estado.

El artículo que le sigue (les apuesto que es el 158) debiera ser el primer paso para llamar a cuentas a Martínez Daubdoub: “SERÁ MOTIVO DE RESPONSABILIDAD el hecho de que las autoridades, funcionarios o empleados del Estado o de los Municipios, ejecuten en perjuicio de tercero o de la sociedad, ACTOS QUE NO LES ESTÁN MANDATADOS O PERMITIDOS EXPRESAMENTE POR LA LEY.”

El Diván esta seguro, segurísimo- no sin ruborizarse por tanta candidez- que con la misma celeridad y enjundia que se hizo en Cananea el Estado de Derecho en el Municipio de Nogales imperará.

De lo contrario(no vaya a ser el diablo) adviértase, júrolo - así nos lo recrimine en el mas allá el Piporro- no estamos dispuesto a pararnos por buen tiempo en suelos de esa chula frontera.

lunes, 4 de febrero de 2008

Susana Saldaña y su trabajadora desalmada

por Miguel Ángel Avilés

Cuando se dio a conocer la noticia de lo ocurrido a la trabajadora domestica de la diputada Susana Saldaña todo mundo se consternó.
Estos hechos presuntamente delictivos fueron tratados como nota principal en los periódicos y las muestras de apoyo y solidaridad no se hicieron esperar.
En la sesión del congreso de esa mañana unos levantaron la voz sinceramente reclamando el esclarecimiento de los hechos. Para otros-y otras- esta noticia significó, por que no decirlo, un alivio pues quizás ningún tema se tenía preparado para atraer reflectores ese día. Decir algo al respecto, con aspaviento y todo, era suficiente para colarse en una nota.
El propio partido de la diputada Saldaña habló fuerte, se posicionó en tribuna y mantuvo su protesta indefinidamente a través de una pantalla que instalaron en el salón de plenos del Congreso.
Todo esto era normal porque el hecho en si mismo-considerado como cierto-era reprobable. Como pocas veces, la unanimidad imperó y la demanda generalizaba era que cuanto antes la autoridad ministerial tuviera efectivos resultados. Si alguien de los legisladores llegó a poner en duda la veracidad de algo tan delicado, prefirió no decir nada para no desentonar pues era tanto como contar charras a los pies de un moribundo.
Por el contrario, tal como pasa en muchos otros casos, sin que se conociera a fondo los datos que hasta ese momento arrojaba la averiguación, todos daban como cierto el hecho denunciado.
Pero en este escenario, donde el alboroto giraba en torno a un delito o varios, la víctima real, o sea la empleada doméstica-que no se veía por ningún lado- era desplazada de facto por su patrona y ante los ojos de la vida pública era esta última la que acumulaba muestras de apoyo de sus pares, indignaciones a su favor, y exigencias tronantes de sus correligionarios.
Sí teatralizamos hacia lo absurdo digamos que, caído el telón luego de tan estupendo montaje Maria del Socorro Sosa Álvarez receptora de los supuestos delitos de robo con violencia y violación, de golpe y porrazo era metida en el closett porque estorbaba y en su lugar, una vez puestos los reflectores, se sembraba a la diputada Saldaña como si esta hubiera sido la vejada para que en los hechos recibiera, ya como víctima ligh, toda la cosecha de lo que había sembrado su trabajadora.
Con sutileza pues, alguien estaba recibiendo las condolencias y se dejaba apapachar porque el rédito político no estaba para despreciarse.
Pero, enajenado que quedamos con los éxitos de los buenos publicistas, para entonces uno ya se preguntaba ¿…y la trabajadora, apá??
Los que hemos visto el desempeño público de la diputada Saldaña Cabazos ni por asomo llegaríamos a especular que todo esto que ahora se vino abajo fue producto de un maniqueísmo donde ella pudo ser partícipe.
Y es que sus opiniones enérgicas, su indignación ante los temas deshonrosos, su ceja levantada, su seriedad de Juana Gallo, sus punzantes cuestionamientos a todo aquel funcionario que comparece oficialmente en el recinto, su circunspecto rostro por los pasillos del Congreso son señas particulares de alguien a quien por lo pronto difícilmente se le puede imputar ni tan siquiera una sospecha de planear una historia apócrifa de esta naturaleza.
Empero, mientras acá en el actuar de la política el hecho denunciado ya se había convertido en una verdad irrefutable, allá, cubierta bajo el manto de lo secreto tal como la ley se lo pide, la averiguación previa integrada a pie justillas trajo malas nuevas y anuncia que la ofendida real había inventado todo lo que dio pie a esta historia.
De la noche a la mañana entonces todo cambió. Ahora sí Socorro Sosa Álvarez era puesta por delante, casi como castigo divino, y se arrojaba a la hoguera de las críticas de todo tipo, nomás-por poquito y dicen- pa que se le quite, por venir a estropear esto que se estaba poniendo tan bonito.
Los que se compadecieron de ella-y a la par brindaron, sin hondar primero en la veracidad de los hechos- todo su apoyo a la diputada- ahora apelaban a la escaramuza del sonrojo y hacían lo posible por salir airosos de esta penita que ya se tornaba generalizada por los rumbos del poder legislativo.
No fueron pocos los que quisieron huir de este atolladero hacia donde los había llevado sus desboque de declaraciones y pronunciaron otras tantas para tratar de apagar este desliz. La diputada plurinominal Petra Santos, por ejemplo, quien había tomado casi como agravio propio lo hechos investigados dijo: " me decepcionada el actuar de esta mujer". Su decir, sin embargo, fue retomado tan impersonal y escuetamente en una nota de conocido medio que no se pudo saber a ciencia cierta si la señora se refería a la trabajadora domestica, a su colega Susana Saldaña o, ya de plano, era nomás un simple ejercicio de autocrítica.
Este cuento parece que hubiera dado fin una vez que se informó-sin dar detalles si fue espontánea y libremente- que Sosa Álvarez declaró que todo fue inventado. Desde entonces el comentar del tema bajó de intensidad. El escribir sobre ello ahora pareciera, incluso, ser anacrónico.
Pero a fuerzas de ser rigurosos, creemos que aun, en lo legal y en lo mediático, quedan muchos círculos por cerrarse.
En el terreno laboral habría que saber si en caso de que la relación de trabajo entre Susana Saldaña y Sosa Álvarez se dio por terminada, como es que concluyó esta. Es decir, si se originó por la renuncia de la trabajadora, por acuerdo de voluntades entre las partes o por decisión unilateral de la diputada. Si pasó esto último, la diputada seguramente cumplió con el procedimiento que para ello la ley exige o de lo contrario, estaríamos ante un posible despido injustificado.
En el terreno penal, siendo estrictos, la cosa no acaba por el sólo hecho de que la denunciante haya dicho que los hechos denunciados son falsos. En su momento habrá de haber una resolución y allí, con los resultados que arroje la averiguación, puede que a nadie se consigne pero, porque no, puede que también se inviertan los papeles y de acusadora se pase a acusada si es que por su proceder se actualizó algún delito, o si hubo o no hubo en esta singular historia una perversa y trepidante coautoría…