Miguel Ángel Avilés
avilesdivan@hotmail.com
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Don Manuel es un señor de edad avanzada que se gana la vida trabajando en su taxi. Su taxi es de modelo atrasado pero don Manuel se esfuerza (y le cuesta) para traerlo presentable ante sus clientes.
Don Manuel pues, es una buena persona que todos los días sale de su casa a trabajar honestamente.
El viernes 5 de marzo cerca de la una de la tarde él estaba en su sitio y ahí fueron solicitados sus servicios por unos pasajeros de los cuales, uno era adulto y cuatro eran menores de edad que acaban de salir de la secundaria. Don Manuel echó las mochilas de las niñas a la cajuela y con el debido cuidado se dispuso a salir, pero hubo de frenar de improviso porque otro carro de manera brusca, como si le urgiera llegar a su destino, golpeó la carrocería del carro de Don Manuel y, a pesar del tráfico de esa hora, hizo por avanzar a toda consta.
La conductora de ese carro se percató de lo que hacia, vio que Don Manuel llevaba pasaje, supo que había golpeado el carro de este pero aún así, sin inmutarse al respecto, insistió en avanzar y lo hizo en forma arriesgada pasando la confluencia de la calle Rosales y Boulevard Hidalgo, convertida en un verdadero cafre.
Para entender el contexto semántico de esta palabra y luego no vayan a decir que injurio, habremos de recordar que el término cafre, se utiliza en México para designar a una persona detrás del volante de cualquier vehiculo automotor que infringe constantemente las ordenanzas y reglamentos de tránsito urbano y de carreteras. Usualmente se trata de personas despóticas y engreídas que, al provocar un accidente, tienden a apabullar o intimidad a otro involucrado, nunca se aceptan culpables de nada.
Ante tal definición, ya no nos cabe la menor duda: esta persona que dañó-aunque leve-el patrocinio de don Manuel y que pudo lesionar a los pasajeros, es un cafre.
Ella no hizo por pararse para ver lo que había hecho o cuando menos para pedir una disculpa. Don Manuel la miró como avanzaba casi doscientos metros y también cuando la dama(pensando tal vez mas que nunca en el lema sindical “Unidos somos mejores”) hizo por meterse al estacionamiento “Hermanos Moreno Yepiz” de la sección 54 del SNTE cual si fuera para ella el refugio de su impunidad.
Fue hasta que se percató que don Manuel la había seguido cuando ella detuvo su marcha en la rampa que está a la entrada del estacionamiento y como si fuera la agredida, no la responsable del percance, se bajó con tal desfachatez echando mano a sus fierros como queriendo pelear e increpó a Don Manuel cual bravucón borracho en una cantina que se indignan con el de la mesa de enfrente porque este le llamó la atención por sus ofensas.
La dama- sin dar tiempo de nada- increpó a don Manuel y primero le reprochó del por que la había seguido. Don Manuel le señaló lo que acababa de hacer y lo que pudo haber ocasionado y la dama en respuesta le recriminó burlescamente el por que traía a esas niñas como pasajeras: “¿no pudiste subir a más?”, preguntó la dama con una puya deslindadota, con una ironía de mala calidad.
Don Manuel le pidió respeto y le señaló los daños provocados a su carro que si bien eran leves, lo obligaban a poner de sus nimios bolsillos para afinar lo estropeado y pintarlo. “Como eres de exagerado”, “¿que le hice, donde, que le hice?, no sea escandaloso” acusó la dama en tono despectivo, sin el mas mínimo respeto hacia don Manuel que a pesar de todo, la exhortaba a la cordura. “Sólo déme cuando menos para lo de la pintada” le propuso don Manuel, ya para entonces indignado por tanta desvergüenza de la dama.
Ella sonrió con cinismo y dejando a don Manuel sin respuesta, engallada tomó su celular y comenzó a llamar, mientras caminaba alrededor del carro que conducía, una camioneta Dundstar GL color verde de la marca Ford, modelo 1995,con número de serie 2FMDA5143SBA92327 y con placas VYW3632.
No es la única vez que a bordo de dicho carro se cometen estas faltas. El 25 de Febrero de 2009 fue infraccionada por estacionarse en zona prohibida o peligrosa y según boleta número 546863 se le impuso una multa por $354.18. El 14 de Enero de este 2010 de nuevo fue infraccionada por estacionarse en zona prohibida o peligrosa y según boleta número 697475 se le impuso una multa de 641.76. No sabemos si las habrán pagado, pero si ve a este carro transitando por ahí, mejor sáquele la vuelta.
El bólido conducido por la dama, esta a nombre de Guadalupe Leticia Acuña Núñez quien por cierto, al menos que sean homónimos, aparece en la lista de aportaciones de simpatizantes en especie en campañas federales electorales(sic) del Partido Nueva Alianza, ese mismo que fue creado a propuesta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que es liderado por la insurrecta, la casi indigente maestra Elba Esther Gordillo y que en Sonora, hoy en día ante el Congreso Local, está representado por los diputados Daniel Córdova Bon, Jorge Antonio Valdez Villanueva y Oscar Manuel Madero Valencia.
Don Manuel-el taxista no el diputado- nada sabe de todo esto. Mucho menos milita en un partido político(a lo mejor porque él si tiene cosas que hacer).
Don Manuel(a lo mejor también por eso) es una persona decente y trabajadora (de nuevo me refiero al taxista, no al diputado). Sólo le reclamaba a la dama que tomara conciencia de lo que había hecho y que cuando menos se dignara a cubrierle los gastos que él erogaría. La dama, después de unos minutos, fue a su carro y de su bolsa extrajo doscientos pesos y se los entregó con desdén a don Manuel. ¡Llorón!, le soltó a don Manuel cuando este recibía el dinero. Quisiéramos pensar que lo hizo a manera de desahogo o a lo mejor nomás para darnos la última demostración de su finura.
Don Manuel pues, es una buena persona que todos los días sale de su casa a trabajar honestamente.
El viernes 5 de marzo cerca de la una de la tarde él estaba en su sitio y ahí fueron solicitados sus servicios por unos pasajeros de los cuales, uno era adulto y cuatro eran menores de edad que acaban de salir de la secundaria. Don Manuel echó las mochilas de las niñas a la cajuela y con el debido cuidado se dispuso a salir, pero hubo de frenar de improviso porque otro carro de manera brusca, como si le urgiera llegar a su destino, golpeó la carrocería del carro de Don Manuel y, a pesar del tráfico de esa hora, hizo por avanzar a toda consta.
La conductora de ese carro se percató de lo que hacia, vio que Don Manuel llevaba pasaje, supo que había golpeado el carro de este pero aún así, sin inmutarse al respecto, insistió en avanzar y lo hizo en forma arriesgada pasando la confluencia de la calle Rosales y Boulevard Hidalgo, convertida en un verdadero cafre.
Para entender el contexto semántico de esta palabra y luego no vayan a decir que injurio, habremos de recordar que el término cafre, se utiliza en México para designar a una persona detrás del volante de cualquier vehiculo automotor que infringe constantemente las ordenanzas y reglamentos de tránsito urbano y de carreteras. Usualmente se trata de personas despóticas y engreídas que, al provocar un accidente, tienden a apabullar o intimidad a otro involucrado, nunca se aceptan culpables de nada.
Ante tal definición, ya no nos cabe la menor duda: esta persona que dañó-aunque leve-el patrocinio de don Manuel y que pudo lesionar a los pasajeros, es un cafre.
Ella no hizo por pararse para ver lo que había hecho o cuando menos para pedir una disculpa. Don Manuel la miró como avanzaba casi doscientos metros y también cuando la dama(pensando tal vez mas que nunca en el lema sindical “Unidos somos mejores”) hizo por meterse al estacionamiento “Hermanos Moreno Yepiz” de la sección 54 del SNTE cual si fuera para ella el refugio de su impunidad.
Fue hasta que se percató que don Manuel la había seguido cuando ella detuvo su marcha en la rampa que está a la entrada del estacionamiento y como si fuera la agredida, no la responsable del percance, se bajó con tal desfachatez echando mano a sus fierros como queriendo pelear e increpó a Don Manuel cual bravucón borracho en una cantina que se indignan con el de la mesa de enfrente porque este le llamó la atención por sus ofensas.
La dama- sin dar tiempo de nada- increpó a don Manuel y primero le reprochó del por que la había seguido. Don Manuel le señaló lo que acababa de hacer y lo que pudo haber ocasionado y la dama en respuesta le recriminó burlescamente el por que traía a esas niñas como pasajeras: “¿no pudiste subir a más?”, preguntó la dama con una puya deslindadota, con una ironía de mala calidad.
Don Manuel le pidió respeto y le señaló los daños provocados a su carro que si bien eran leves, lo obligaban a poner de sus nimios bolsillos para afinar lo estropeado y pintarlo. “Como eres de exagerado”, “¿que le hice, donde, que le hice?, no sea escandaloso” acusó la dama en tono despectivo, sin el mas mínimo respeto hacia don Manuel que a pesar de todo, la exhortaba a la cordura. “Sólo déme cuando menos para lo de la pintada” le propuso don Manuel, ya para entonces indignado por tanta desvergüenza de la dama.
Ella sonrió con cinismo y dejando a don Manuel sin respuesta, engallada tomó su celular y comenzó a llamar, mientras caminaba alrededor del carro que conducía, una camioneta Dundstar GL color verde de la marca Ford, modelo 1995,con número de serie 2FMDA5143SBA92327 y con placas VYW3632.
No es la única vez que a bordo de dicho carro se cometen estas faltas. El 25 de Febrero de 2009 fue infraccionada por estacionarse en zona prohibida o peligrosa y según boleta número 546863 se le impuso una multa por $354.18. El 14 de Enero de este 2010 de nuevo fue infraccionada por estacionarse en zona prohibida o peligrosa y según boleta número 697475 se le impuso una multa de 641.76. No sabemos si las habrán pagado, pero si ve a este carro transitando por ahí, mejor sáquele la vuelta.
El bólido conducido por la dama, esta a nombre de Guadalupe Leticia Acuña Núñez quien por cierto, al menos que sean homónimos, aparece en la lista de aportaciones de simpatizantes en especie en campañas federales electorales(sic) del Partido Nueva Alianza, ese mismo que fue creado a propuesta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que es liderado por la insurrecta, la casi indigente maestra Elba Esther Gordillo y que en Sonora, hoy en día ante el Congreso Local, está representado por los diputados Daniel Córdova Bon, Jorge Antonio Valdez Villanueva y Oscar Manuel Madero Valencia.
Don Manuel-el taxista no el diputado- nada sabe de todo esto. Mucho menos milita en un partido político(a lo mejor porque él si tiene cosas que hacer).
Don Manuel(a lo mejor también por eso) es una persona decente y trabajadora (de nuevo me refiero al taxista, no al diputado). Sólo le reclamaba a la dama que tomara conciencia de lo que había hecho y que cuando menos se dignara a cubrierle los gastos que él erogaría. La dama, después de unos minutos, fue a su carro y de su bolsa extrajo doscientos pesos y se los entregó con desdén a don Manuel. ¡Llorón!, le soltó a don Manuel cuando este recibía el dinero. Quisiéramos pensar que lo hizo a manera de desahogo o a lo mejor nomás para darnos la última demostración de su finura.
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